sábado, 15 de octubre de 2011

Cortesía mágica

“Buenas noches”, “buenas noches Santiaaago”. Con estas dos frases cantadas entró al escenario del Caupolicán con su guitarra. La banda se paseaba entre la marimba, percusiones, batería, vientos, cuerdas  e instrumentos complementarios. Drexler no se escuchaba en los amplificadores de retorno, entonces resolvió el problema, dándole un ritmo melódico, para informar al público que los problemas técnicos “no deberían haber pasado”. Con esa actitud saludaron a un teatro casi lleno, el pasado doce de octubre.

 El concierto contó con tres partes. La primera con toda la banda, donde, por mucho que quedó demostrado que se necesitan teatros con una tecnología de audición mucho más avanzada, en Chile, –por cómo se acoplaban los sonidos-, la calidad musical quedó inigualada con los temas “Todos a sus puestos” y clásicos como “Eco”. La unión del público con el uruguayo era notable. Tanto así, que pedía a los músicos silencio para quedarse cantando solo con la audiencia. Pero los arreglos de los temas, con la banda, demostraron una calidad que a veces superaba las versiones de estudio. Las ganas de bailar, al ritmo tropical del conjunto, entretenían constantemente. Un ejemplo claro fue el tango “Se va, se va, se fue”. Para el término de esta etapa, el artista la rompió con la introducción de “Guitarra y Vos”, pero cambiando la primera frase por: “…que viva…la educación pública”. El público se vino abajo y motivaron a que Drexler creara una frase musical que fomentaba los derechos innatos para una reforma educacional en Chile.

Luego, el uruguayo se quedó con un par de guitarras y el público, para una sesión íntima. Lo agradable de estos conciertos se concreta cuando el artista conversa o cuenta historias. Por lo menos cuando tiene el ademán de decirle un par de palabras simpáticas a la gente. Al público, esto le da una sensación de que los músicos están a gusto, en el país y ciudad, y que no fue una pérdida de tiempo venir. Al igual que los fans desean verlo con muchas ganas, si los músicos tienen una actitud de tocar las canciones con lo mejor que tienen, el concierto puede lograr sus metas, sin necesidad de interpretar todos los temas. Volviendo a la educación, Drexler fue un ejemplo de cortesía, demostrando que esas cualidades las obtuvo, y obtuvieron, desde pequeños y en un ambiente que lo permitía. A diferencia del actuar de músicos que creen tener el público donde quiere y para un concierto a las 22 hrs, lo termina empezando a las 1:00 a.m.

Las canciones para esta fase incluyeron historias y procesos que vivió el artista para escribirlas. “Noctilucas”, más allá de una referencia a animales marinos, se entendió como una luz para el camino de tener un hijo. Esta pieza, y muchas más, demostraban la magia que tenía el cantautor al escribir y presentarse en escena. El inventar canciones no cesaba. Aún las aplicaba cuando la gente aplaudía y el no esperaba que aplaudieran aún, la melodía que inventó para decirlo causó risas inmediatas.

Citando un concierto que tuvo en España, comenzó a hablar de una artista rapera que admiró mucho en su momento. Le pidió que lo contactara si fuera posible y, con todas las vueltas, terminó subiéndose al escenario aquella noche. Anita Tijoux resultó ser muy admirada por el uruguayo. Siguiente a esto, presentaron una canción reciente llamada “Sacar la voz”, donde Anita demostró su implacable talento vocal y rapero, sin dejar de lado la búsqueda de justicia social en sus letras. Drexler aprovechó la situación para incluir una forma de rimas que admiraba –así lo afirmó- de Violeta Parra, las décimas. Seguido a esto, el resto de los músicos subieron al escenario para cerrar el recital con éxitos conocidos y algunos más discretos. Pero sin dejar la magia de una noche que hasta hizo llover dentro del teatro con “Llueve”.

Escrito por Pablo Álvarez Y y Miguel Malermo P.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Acompañando y renaciendo

A muchos les pudo haber tocado bandas tradicionales y no tradicionales como música de cuna. Varios, seguramente, creen tener la suerte de haber crecido con un primer grupo como precursor de un amor a la música. Para la suerte de algunos Tears for Fears cumple el caso a toda costa. Los primeros videos del grupo rondaban en un VHS por la casa, con los de Genesis y Michael Jackson, convirtiéndose en la entretención de ponerles play, rebobinarlos y verlos una y otra vez. Del compilado de Tears Roll Down de los ingleses, la emoción de ver una muralla abriendo los ojos mientras pasaba un avión era inexplicablemente inentendible. La potente y singular voz de Roland Orzabal –medio raspada- entregaba una canción -Sowing the Seeds of Love- que hacía saltar en la cama. Los cambios de ritmo y voces, con su compañero Curt Smith, mantenían los ritmos pegotes en la casa, cantando los clásicos durante todo el día, y tentándonos a escuchar –hasta de jingle de radio- Shout, Head Over Heals o Mad World, sin cansarse. Todo instalado con una inocencia infantil de no entender ni jota de la lengua inglesa e inventar palabras. Imágenes que marcaron una vida como personajes, con unos peinados de moicano enormes, y gestos de baile muy innovadores. Costumbres que uno solía llevar al colegio y no muchas veces compartía porque se encontraba con otras esencias musicales o con compañeros que simplemente no les gustaba la música del todo.
Luego del anuncio de su visita para este 30 de septiembre, los tiempos comenzaban a enredarse. Si bien, la popularidad de Tears for Fears pasea por un promedio de 50 años –o al menos, así se podía estimar en el público del Movistar Arena-, mis 20 años comenzaron a darse cuenta de lo que había sucedido para atrás. Dejando los clicherismos, y poniéndose serio, uno podría notar cómo hay distintos aspectos específicos de la infancia que lo acompañan en el crecimiento y siempre van a influir de alguna manera en el actuar: considerando que todo sirve de cultura y educación. Y la primera vez que se siintió un acompañante fue alrededor de estos meses. Con una entrada o papel que, como material, indicaba poder acercarse, y ver en escenario, a la compañera música, ejemplificada en Tears For Fears. Con todo ese revuelo, esa noche en el Parque O’Higgins comenzaba por ser extraña al ver cómo han avanzado las cosas, de manera física, en los músicos que demuestran el paso de los años en comparación a las imágenes del VHS (sin embargo, el talento musical se mantiene de manera impresionante), y al notar cómo las cosas las vemos pasar por delante de nosotros sin siquiera estacionarlas un poco y fijarse cómo nos han hecho crecer en el tiempo. En este caso, la música fue quien se responsabilizó de ser la típica foto, pero transformada en un hecho abstracto para recordar momentos familiares, amistades, juegos de plazas, paseos, entre otros.
Luego de una interacción muy activa con el público, Orzabal comentaba que la última vez que había visitado Chile, en calidad de solista, fue hace 15 años. Lo que permitió que, junto a Smith, visitando por primera vez el país, se presentaran casi todos los hits. Sin la ausencia de Everybody Wants to Rule the World, continuada por Change, Woman in Chains, Advice to the Young At Heart y Shout, entre otras, hubo una mezcla mágica, que no pudo haber influido más en poner la piel de gallina para volver a estar en una pieza jugando con el Personal Stereo, con interpretaciones lentas de Billie Jean (Michael Jackson) y Let em in’ (Paul McCartney).
La intensidad fue tan grande, que hasta sirvió para al fin traducir algunas de las palabras inventadas –de la infancia-, y darse cuenta de las letras pacíficas, en búsqueda del amor humano, que crecieron con uno y que se promueven por un grupo realmente histórico e inolvidable.


Escrito por Pablo Álvarez Y. y Miguel Malermo P.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Un 18 picante

Los nervios reinaban en el camino hacia el Monumental. Debido a la hora, no logramos ver a los Chancho en Piedra –lo que lamentamos por no haber escuchado la intervención del cover Behind the Sun que interpretó Felipe Ilabaca-, y lo poco que alcanzamos de ver a Foals notamos que era un grupo interesante, característico del rock indie, que seguramente tendrá bastante éxito más adelante en Chile (considerando que lleva una carrera desde 2005 que, en el país, no ha sido muy protagonista) ¿Qué mejor que telonear a una de las bandas que marcaron la historia del Funk en el mundo? Esta misma pregunta mantenía a la gente ocupada. No atendió mucho a la banda inglesa y cada vez que terminaba una canción pedían a los californianos. Así, cuando Foals bajó del escenario la gente comenzó a apilarse lo más cerca de la reja y a exclamar los coros de “ooes” y otro tipo de canciones improvisadas para comenzar de la mejor manera el 18.
 El apagón de luces fue el desencadenamiento de una locura de años. Si bien, la visita en Estación Mapocho fue criticada por el audio y la de la pista atlética por una concentración de canciones del disco By the Way, ésta era la oportunidad del desquite en un estadio donde se podía acaparar una gran cantidad de público. Y así comenzó la fiesta con una potente Monarchy of Roses, la cual introduce el disco nuevo I’m With You y que tiene características similares a Warped (One Hot Minute), por lo que la gente entraba en un verdadero éxtasis de compartir un metro cuadrado entre varios y sentir el ritmo de los Red Hot Chili Peppers.
La escena era revivir las imágenes del mítico tour Off the Map que ha sido uno de las principales culpables de querer ver el concierto perfecto de los Peppers. Pero aquí se contaba otra historia. Rondeando los 50 años, y sin una expresión de ello, Anthony Kiedis, demostró un nivel de voz que nunca le habíamos escuchado en vivo. Se había criticado mucho que los Red Hot no sonaban bien en sus performances, pero la movilidad de Flea en el bajo, los solos de Chad Smith en la batería y una impecable presentación del nuevo guitarrista Josh Klinghoffer, provocó un verdadero tapabocas. No sólo eso, sino un verdadero paseo musical a lo largo de su carrera fue lo que más emocionó al público.
Comenzando desde lo más nuevo, entre algunas pocas canciones de los álbumes By the Way y Stadium Arcadium, presentando I’m With You, pasaron a tocar los íconos del Blood, Sugar, Sex, Magik y Californication, sin dejar que el público pestañee con temas de infancia y juventud como Under the Bridge, Around the World y Otherside. Con todo esto, dieron espacio para introducir la verdadera locura chilena: con una introducción de Flea con respecto a “los amigos de la vida”, fue Me & My Friends, del ochentero disco The Uplift Mofo Party Plan, la que habló por sí misma. La gente respondió de su mejor manera cantando a toda voz para luego calmarse y entrar en una verdadera sintonía emocional como la produce Soul to Squeeze. Así, los músicos comenzaron a interactuar con el público, comentando que nunca se hubieran imaginado desde sus salas de clases a estar en un escenario con un estadio lleno de chilenos. Sumado a esto, tocaron una versión de “Olé olé olé olé, Chile Chile” en agradecimiento, acompañado de un “¡educación gratis para todos!” por parte de Flea. Qué más ovacionados que ellos. Una banda que logró reunir generaciones de un extremo a otro y provocó una verdadera unión en Pedreros. El agradecimiento va a ser infinito y los ánimos hasta dejaron aires de querer verlos sin cansarse.















Escrito por Pablo Álvarez Y. y Miguel Malermo P.

martes, 27 de septiembre de 2011

Chileno de corazón

Daba la sensación de que el grupo no era lo suficientemente conocido. Más allá de videos de Youtube, la popularidad de Mondo Cane  -como Tomahawk, Lovage, Peeping Tom, con X-ecutioners, entre otros grupos de Mike Patton- no parecía muy grande. Sin embargo, comprendiendo lo que ha vivido el norteamericano en Chile se entienden las ganas de traer a una orquesta que renueva temas de los años 50’ y 60’ de origen italiano. Pero, ¿qué hace pensar que esta música atrae a una cantidad considerable de público chileno? La respuesta se dio aquél martes 20 de septiembre. Si bien, esta fecha estaba programada como “segundo concierto” de uno establecido desde noviembre del 2010, el Caupolicán estaba lleno.
 La primera entrada fue de los violinistas de la Sinfónica de Chile, quienes fueron muy aplaudidos y felicitados por el público. En seguida comenzaron a salir los músicos de la orquesta, y entre medio el vocalista de Faith No More. Si pudiésemos hacer un contraste con 1995, la impresión sería inexplicable. Luego de que los chilenos veneraran al cantante tirándole “pollos” mientras interpretaba Midlife Crisis en una performance de Faith No More, en el mismo Teatro Caupolicán, 16 años después toda la audiencia se puso de pie para ovacionar a una figura que se ha transformado en un ídolo artístico. Y no fue la única sorpresa, apenas comenzó el concierto la gente demostró el conocimiento del grupo cantando, a coro, casi todas las canciones.
La potencia de comenzar con Il Cielo in una Stanza, dio cuenta de que se venía una noche muy interesante y entretenida. A continuación, Che Notte! Demostró el uso de instrumentos singulares de segura presencia viniendo de este músico versátil en lo bizarro de la música. Desde una bocina antigua a un cable que producía efectos acompañaron las voces de coristas con un talento realmente admirable. Y así, con canciones explosivas como Urlo Negro la gente se mantuvo aplaudiendo y moviéndose en un dinamismo cómplice a Patton. Por otra parte, lentos como Scalinatella sirvieron para fijarse en una de las voces más experimentadas de la música contemporánea.
Con esto respondimos a lo que desconocíamos sobre el seguimiento a Mike y a sus grupos, por parte de los chilenos. Podríamos interpretar que en Chile ha comenzado un gran interés por la experimentación musical, porque por poleras y banderines se notaba que la gente se paseaba por distintas bandas del músico. Sin olvidar que en el momento que presentó a Trevor Dunn, compañero de Patton en Mr Bungle –quien tocaba el contrabajo en Mondo Cane-, la gente comenzó a aplaudir considerablemente.
La suma de estos sucesos, más los ocurridos en años anteriores son comprensibles para entender el amor del vocalista a Chile, una cultura que lo ha integrado de manera interesante y que, quizás, lograría incentivar a traer a los muchachos de Mr Bungle.






Escrito por Pablo Álvarez Y. y Miguel Malermo P.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El declive de interés por los Dioses del ayer.


Hace un par de días, vi cómo los numerosos afiches y avisos del concierto de Eric Clapton en Chile cambiaban parte de su información: el imponente título de “Estadio Nacional” ahora se veía reemplazado por la percha “Movistar Arena”.
Más que sorpresa, sentí cierta desilusión. Nuevamente un coloso histórico del blues y el rock pasaba a ocupar un segundo plano en materia de conciertos en Chile (bajo la excusa de "dificultades de ténicas de producción").

¿Cómo iba a sorprenderme? En el 2010 B.B King ya llevaba una baja venta de entradas antes de que su concierto, fechado para el 27 de marzo en el estadio Caupolicán, se viese cancelado a causa del terremoto ocurrido un mes antes.
Meses después, ni los abundantes avisos de Jeff Beck en el metro capitalino lograron llenar el Caupolicán el 30 de noviembre.

Entonces… ¿Qué sucede con los chilenos?
Más allá del precio de las entradas, muchos podrán decir que B.B King ya no se desgasta en la comodidad de su asiento como lo hacía antes o que Jeff Beck, en su afán de perfeccionar su técnica sustentada en la palanca, se alejó de las raíces bluseras que lo llevaron a triunfar con los Yardbirds.
Respecto de Eric Clapton, podrán decir que ya no está en el momento de sus visitas anteriores (giras 24 Nights y One More Car, One More Rider) o que el nuevo disco es un disco para viejos.

Ahí es cuando entró en la conclusión de que, aparentemente, la música no es tan atemporal como siempre pensé que era. Los Dioses de la guitarra que tuvieron su auge en el pasado hoy no tienen igual repercusión, y da pena pensar, por ejemplo, en qué concurrencia habría tenido un concierto de Stevie Ray Vaughan de estar vivo en la actualidad.

Eric Clapton es sin duda un Dios de la guitarra.
Su trayectoria en The Yardbirds, John Mayall and the bluesbreakers, Cream, Blind Faith, Derek and The Dominoes y su extensa trayectoria como solista lo constatan.  Escribía en su guitarra “LORD ERIC” cuando aún no sabía tocar y presenció cómo esto se transformaba en un emblemático graffiti de “CLAPTON IS GOD”.

Esperemos que este 16 de octubre nos ofrezca un espacio de intimidad donde Clapton demuestre que, a pesar del cansancio que le generan las giras, el tacto del Slowhand con su Stratocaster es una expresión de emotividad inigualable.


Escrito por Pablo Álvarez Y.  y Miguel Malermo P.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El renacimiento del Ska californiano

Directo desde la cultura californiana vuelve Sublime pero con un integrante importantísimo: Rome. Luego de 15 años sin funcionar, el conjunto surfista demuestra que el Ska, pulido por estos referentes del género de los 90’, no está muerto.
Pudimos verlo en el Lollapalooza, bailando al ritmo de la guitarra con el pulso constante del “SKA, SKA, SKA!”, y nos dejó en claro que Eric Wilson y Bud Gaugh tienen para rato con el nuevo integrante de tan sólo 20 años.
Si bien, se puede encontrar un poco de Pop, que podría ser muy temido para quienes sienten que el pop es la “venta” de los músicos, las raíces de Sublime no se alejan del todo, y sigue produciendo esas ganas de estar en una playa surfista, en traje de baño, con una guitarra y disfrutando a pleno sol. Por otra parte, si es que es Rome quien impulsa la esencia de las canciones podemos encontrar un Sublime bien enamoradizo (lo que podemos percatar hasta por el nombre del álbum), lo cual no es una mala técnica para conquistar a quienes le dedican canciones a sus parejas.
El plato fuerte, por el que se ha hecho popular el disco, es el primer tema: Panic. Que acarrea mucha fuerza para demostrar que el regreso viene con todo.
No hablemos de reemplazo, Rome tiene su propia onda desde la apariencia hasta en el tono. Al mismo tiempo se crea un respeto a la figura del fallecido vocalista Bradley, debido a que en una entrevista, Rome comentó que no interpretan la canción Caress Me Down, donde el ex vocalista comenzaba diciendo “Mucho gusto, me llamo Bradley”. Ha habido un respeto por la familia que hasta reclamó porque el grupo no mantuviera el emblema de Sublime, lo que los condicionó a agregar with Rome.
Esperamos el retorno de uno de los himnos del Ska-Punk-Reggae para algún concierto que dure más de una hora.
Escrito por Palalo Álvarez Yañez y Miguel Malermo

lunes, 22 de agosto de 2011

Who's Gonna Stop Them, uh?: lo nuevo de la dupla The Throne





Luego del eventazo que tuvimos en abril con Lollapalooza, la popularidad de Kanye West no para de ser impactante. Y es con el famoso rapero Jay – Z con el que asegura el éxito lanzando el disco Watch the Thrones. La obra se comenzó de manera secreta y comenzó a dar luz cuando se anunció la venta del álbum para agosto, en edición deluxe y de manera limitada en EEUU. No es la única manera que se publicitó para adquirirlo, el disco estaría disponible para descargar si es que se compra la entrada del concierto que harían en los próximos meses en Norteamérica. Ya nos gustaría a nosotros tener una dupla de peso, realizando un concierto aquí como el que se esperan los estadounidenses.


Para entender el por qué nos gustaría estar viendo a “los raperos con más influencia de la década”, como ellos se describen, basta con darle un tiempo a Lift Off, asesorada por nada menos que Beyoncé; No Church in the Wild, Made in America donde el protagonismo se lo lleva los coros de Frank Ocean; y Otis donde se utilizan grabaciones y bases del Rey del Soul Otis Redding. Piezas que seguramente serán un hit de radio, y de distintos medios, próximamente. Éstas demuestran el potencial que tiene West y Jay – Z como dúo de este rubro mejor conocido como rap-pop.

Luego del talento y la notable composición de My Beautiful Dark Twisted Fantasy hecho por Kanye West, mucha gente podría mantener un favoritismo con esta gran creación. Esto se puede confirmar con el show que mantuvo a una gran cantidad de fanáticos saltando, sin parar, al ritmo del cantante en el Lollapalooza en Chile. Pero se debe recalcar la diferencia que existe en esta composición conjunto al hiphopero Jay – Z: el desempeño como dupla sin dejar nada que desear. Se podría deducir que luego de Monster y Power, del álbum recién mencionado, dejó a ambos con ganas de más y preocupados completamente en demostrar y confirmar quiénes son los que ocupan El Trono.




Escrito por Pablo Álvarez Yañez y Miguel Malermo Padilla.

Para escuchar algunos de los hits ingresa a www.watchthethrone.com

lunes, 4 de julio de 2011

El experimento del Corona Clash.



El proyecto Corona Clash mostró otros tres dientes este jueves 23 en el Club Esquina del Mall Sport, y en esta segunda fecha los invitadoes eran Tea Time, Florcita Motuda y Camila Moreno.

¿El ambiente? ABC1, traducido en pequeños grupos de gente bien vestida que con tragos caros pagaba la gratuidad del evento. Y siendo que no nos dimos el gusto de consumir alguna piscola de 2800 pesos, también armamos un grupito cerca de donde estaba Tea Time y esperamos que el show empezara.

Y así fue como, viendo que al parecer no iba a bajar mucha más gente al subterráneo, Camila Moreno fue la primera en saludar a los presentes y saltar al escenario con disposición a pasarlo bien.  

La cantautora de la ProJazz abrió la noche con la canción Lo Cierto, representada en una versión muy tranquila y lenta, que explotaba la potencia de su voz acapella. Pero la gracia del Corona Clash radica en la combinación de los distintos artistas invitados, por lo que Raúl Alarcón, vestido con su característica capa blanca con estrellas negras y su sombrero de antenas, no demoró en unirse a la banda para interpretar Cae y Calla. La versión no se alejaba mucho de la original de Camila Moreno, pero Florcita Motuda sin duda le aportó una cuota de alegría.
Una vez que terminaron la canción el revolucionario de Viña del Mar invitó a Camilo “Tea Time” Castoldi a que se uniera. El ex Los Tetas se unió un rato pero no enganchó, por lo que se bajo para esperar un par de canciones más antes de hacer uso del micrófono. Diferente era lo que pasaba con Camila Moreno, quien disfrutaba al máximo acompañando a Flor Motuda en la movida Tírale Un Ajo y luego en Pobrecito Mortal de la misma manera que éste se divertía cantando los temas de la artista.
Luego, Florcita introdujo De La Tierra de Camila Moreno tirando uno de sus zapatos al techo y realizando un baile exótico. Así fue como cantaron:

“El paco se muere impune, no hay calma de este dolor.
Al gobierno le conviene lustrar las botas del señor”


“Calza perfecto en Las Condes”, dijo Florcita una vez terminada la canción.
Pero la música demuestra no discriminar a ninguna clase en el momento que es interpretada, por lo que el tema fue uno de los que más atención tuvo por parte del público y fue el primero en el cual Tea Time vio acción, improvisando un par de rimas al final.

Más tarde, Alarcón comenzó a hablar con la gente y hacerlos reír teniendo una conversación con el productor para que pusiera un video en la pantalla que tenía atrás y apareciera Florcita corriendo “en pelota”: “Ponte la hueá pos hueono, si no hay mucho que ver”. Finalmente el productor atinó y la pantalla proyectó un video de Florcita Motuda sin ropa, tocando guitarra, superpuesto en un fondo del famoso fenómeno Tunick en Chile. Así comenzaba la canción En Pelota, el cual tuvo una relación activa del público sobre todo cuando los artistas giraron los micrófonos para que todos gritaran: “¡Todo Chile en pelota!”.


Después de una lenta incorporación, Tea Time finalmente comenzó a acaparar luces, y con un saludo a sus hermanos de Los Tetas introdujo
La Eternidad. Así quedó demostrado que cuando el cantante se siente cómodo es cuando saca toda su calidad como frontman. Posteriormente vino el hit La Medicina, que contó con los coros hechos por los otros dos cantantes.
El denominador común de los cambios que hace Castaldi a los temas de Los Tetas es:
-Sacarle las partes cantadas originalmente por C-Funk.
-Sacarle los outros.
-Agregar alguna improvisación.
La verdad es que, siendo que alguien puede llegar a extrañar los elementos perdidos, el cantante de Funkattack se encarga de presentar un show muy atractivo.
Así siguieron I Like, La Risa Del Diablo y la famosa Corazón De Sandía, demostrando que, pese a que se le critica de ser un rapero ABC1 que estudió en el Saint George, la calidad como rapero de Tea Time es innegable, y hace notar todo lo que ha aprendido en cada improvisación.


Pero el resto de los invitados también vería más acción, por lo que se dio paso a la canción Brevemente Gente, la cual fue arreglada en el sentido de que se le agregaron elementos y provocó el coreo de la gente haciendo el conocido “Shalala lalá” a todo pulmón.
La presentación continuó con la conocida Millones de Camila, quien ya estaba vestida con una versión rosada de la capa de Florcita Motuda. La versión presentó un aspecto innovador en cuanto a ritmo y estructura y mostró a un Florcita tan motivado que se olvidó de cuando le tocaba cantar a Tea Time, quien vio el inicio de su improvisación interrumpido por un enérgico “¡Millones!” de parte de Alarcón.


Los artistas agradecidos bajaron del escenario con la música de una banda que hizo bien su tarea y con un limpio sonido y energía disimuló cualquier pifia que pudo haber tenido.

Mientras la gente pedía un encore, fue Tea Time el encargado de apaciguar su pedido y se paseó de puesto en puesto sentándose y cantándole directamente a la gente. La improvisación sacó los aplausos finales que concluyó una presentación realmente notable.

El proyecto de Corona demostró ser una interesantísima idea que ayuda de buena forma a la música nacional. La amalgama de estilos, épocas y edades de cada artista permite vivir una experiencia realmente única, y resulta de gran entretención ver como éstos juegan y se divierten con estos elementos.

Con mucha curiosidad por saber que saldrá del resto de los “Clashes”, se despiden
Pablo Álvarez Yáñez   y   Miguel Malermo Padilla





lunes, 20 de junio de 2011

Un Muro Sobre Chile

Antes de leer este comentario, queremos que veas este video:



Así es, Roger Waters y David Gilmour juntos nuevamente en un escenario. La última vez había sido el año 2005, en el concierto Live 8, 24 años después de la última presentación de Pink Floyd con Waters como bajista.

También sorprende ver a Gilmour pifiarse en un solo que ha tocado miles de veces en su vida. Pero esto sirve para que vean que músicos de este calibre no son infalibles y que lo más probable es que esto le ocurrió por la bomba emocional que desató el público ante la irrupción de su voz en el primer coro.

Ver juntos a Waters, Gilmour y Nick Mason (baterista original de la banda que fue invitado a interpretar Outside The Wall), más que nada es un lindo regalo para cualquier fanático de la banda, sobre todo para aquellos londinenses que tuvieron la suerte de ser testigos directos de la reunión.

Probablemente muchos hirvieron de envidia viendo este video. Pero algo tendremos, ya que Roger Waters tiene agendado este espectáculo para el 2 y 3 de marzo de 2012 en el Estadio Nacional de Santiago.

La relación del bajista con Chile es innegable, y queda plasmada con hechos como la donación de 5 mil dólares que realizó para los alumnos de la escuela Víctor Domingo Flores E-458 o la carta que envió a Hernán Rojas (de Radio Futuro) tras el terremoto del año pasado.

El 2012 será la tercera vez que los chilenos podrán verlo. En 2002, para su gira “In The Flesh”, el público reunido en el coliseo de Ñuñoa vio como Waters se tomó la licencia de jugar un partido de póker durante un interludio en Dogs. El 2007 el prisma del “Dark Side Of The Moon” proyectó su clásico espectro de luz desde el centro del Nacional. Lo que viene el próximo año es la extensión del tour que celebra el aniversario número 30 de uno de los discos más trascendentes de la historia: “The Wall”.

Si para muchos los 360° de U2 constituyeron lo más impresionante que se ha visto en el país en materia de conciertos, hay que hacerles saber que el gran muro que se instalará en el Estadio Nacional es un rival de temer. Y es que no por nada Waters exigió los derechos de The Wall cuando se separó de Pink Floyd.

A pesar de que Pink Floyd ya había realizado una gira de The Wall (grabada en el Earl’s Court para el disco “Is There Anybody Out There?”), esta nueva versión del espectáculo de Waters como solista aprovecha al máximo la tecnología del siglo XXI, haciendo olvidar algunos elementos teatrales que se perdieron respecto a la versión anterior con impresionantes animaciones de alta definición proyectadas en el muro gigante.

Es difícil hablar del show que abarca cada canción, ya que pasaría a ser una especie de Spoiler, por lo que nos reduciremos a decir que no se rompen las expectativas respecto a los momentos memorables del disco. Todo, desde el segundo solo de Comfortably Numb (catalogado en numerosas ocasiones como el mejor de la historia) hasta el clímax durante el juicio en The Trial (ver segundo video) están desarrollados con el objetivo de presentar una experiencia única para el espectador.

El concierto soñado de muchos de los fanáticos de Pink Floyd pasó a ser irrealizable en el 2008 tras la muerte de Rick Wright (tecladista fundador de la banda), pero cualquier seguidor de la banda debería empezar a ahorrar para el próximo año y prepararse para apreciar una alucinante obra conducida por un maestro de ceremonias de experiencia. Que se prepare Chile, ¡Se viene Roger Waters!

Acá el video de The Trial para algunos curiosos:



... ¿Y David Gilmour?



Es altamente improbable que acompañe a Waters en su visita a Chile. La verdad es que Gilmour tiene una deuda pendiente con Chile y su reciente aparición junto a Waters pudo haber hecho creer a más de alguno que este es el momento indicado. La calidad de su concierto en el Royal Albert Hall el 2007, donde rescata temas clásicos de Pink Floyd, y donde promociona también su último disco “On An Island”, deja a cualquiera con ganas de ver en vivo y en directo al creador de algunos de los solos más memorables de la historia. Discúlpennos los admiradores de Waters, pero las interpretaciones de Shine On You Crazy Diamond de sus músicos con una Les Paul en 2002 y con una Telecaster en 2007 no se acercan al portento de la Stratocaster de Gilmour.


Escrito por Pablo Álvarez y Miguel Malermo.

miércoles, 15 de junio de 2011

Para volver a las Leyes de Tradición:

Dándole duro al stick-bass, Les Claypool introduce Jilly’s on Smack. La canción recuerda los ritmos percusionistas de Primus en sus inicios. La guitarra permanece en un mute clásico de las raíces, acompañando a una voz tranquila –con un acompañamiento rockero-. Sin embargo, este aspecto también se utilizaba cuando la banda norteamericana contaba con el baterista Jay Lane antes de su retiro.
El regreso de Lane significó grandes avances para la banda, por ejemplo el lanzamiento de su próximo disco Green Naugahyde. Luego de doce años, aproximadamente, los autores de Tommy the Cat y Winona’s Big Brown Beaver, lanzarán su proyecto el 13 de septiembre.
Luego de verlos en Chile -teloneando a Faith No More el año pasado-,  presenciamos que Claypool ha acostumbrado el abuso de este bajo que parece una tabla con cuerdas y que toca con un arco. Pareciera difícil y nuevo para el cabecilla de la banda, pero la experiencia musical del compositor demuestra ser un músico completamente versátil. Todos sus juegos de tapings también los logra con este nuevo bajo para acompañar la guitarra de Larry Lalonde.
El último disco del conjunto fue Antipop (1999), que demostró una vara que mantuvo al grupo hasta el día de hoy sin tener que demostrar su calidad con otro disco. Pero quizás ese vacío obligó a los integrantes a dar el vamos por un proyecto que seguramente será una broma maestra.

martes, 14 de junio de 2011

Canto porque la gente tiene sentido y razón



“No queremos, no nos interesa que la Patagonia sea una represa” fue la frase que coreó Camila Moreno, con el público, en una jornada lejos de parecer “fomingo”.
Además del fútbol, la música fue protagonista el pasado 12 de junio en el Teatro Caupolicán. Con un concierto se celebraba un cíclo del programa Dulce Patria de Radio Cooperativa. Éste, con el nombre de “Yo No Canto por Cantar” invitó a artistas como Chinoy, Kaskivano, Camila Moreno, Pedro Piedra, Nano Stern, Pascuala Ilabaca, Javier Barría, entre otros.
La música que han alcanzado los cantautores que asistieron, y considerando sobre todo a nuevos protagonistas de esta  gran ola de música nacional, es un componente que deja a Chile en grandes estandartes de calidad. La innovación y el nivel que demostraron, esa noche, fue realmente un paso más en la composición chilena.
Desde un comienzo, el concierto se inclinó en abrir un espacio para artistas como Evelyn Cornejo, Natalia Contesse, y Juanjo Montecinos. Ninguno defraudó y el público venía despierto para escuchar estas propuestas nuevas.


Luego, Pedro Piedra apareció para demostrar que no es un músico cualquiera. Hizo su performance cantando, tocando guitarra, un bombo y un high hat –a la vez-. Aún así, esperábamos un poco más de dinamismo del experimentado compositor. El contraste lo evidenciamos cuando Kaskivano entró en escena.
 Aparte de evidenciar la calidad de esta generación de música, la idea, de Cooperativa, era promover nuevos temas de los músicos invitados. El tópico del concierto se convirtió en una oportunidad para comentar y apoyar las manifestaciones que están ocurriendo en el país. La emotividad de estos, fue el elemento primordial que utilizaron artistas como Kaskivano, acompañado únicamente de su guitarra, iniciando un bailoteo con “el ritmo de la calle pa’ despabilar”. Luego tocó con todas sus fuerzas “Villa Francia” y “Rojos de Sangre”. Sin duda, de lo que pudimos presenciar *, fue el artista que más hizo corear a la gente, gritando cada frase de la composición como la muerte de Víctor Jara, el empuñar las manos y “mirar hacia adelante”. La emoción se sentía.
Después fue el turno de Nano Stern, quien con toda su banda sumergió a la audiencia en las metáforas y el juego de balancearse en telarañas. Sumó a este paseo su nueva composición “La Raíz”, una canción dinámica y de una línea acorde a las características de Stern, que protesta contra la construcción de cemento sobre la naturaleza. Sin embargo, entre problemas técnicos y fallas de sonido, corrió el micrófono para cantar acapella “Dos Cantores” con todas sus fuerzas, manteniendo al teatro de San Diego en un silencio total. El suceso no dejaba contener los aplausos de la gente, fue un momento de mucha unidad con el cantante.
Siguiendo con esta unión, fue Camila Moreno quién tuvo un momento de conversación con el público para hablar hasta del “pichí y la caca”, o para presentar a una persona del público que bailaba tapping. Esto se debió a las falencias del sonido en el evento. Una vez acabado el percance, a la mitad de su presentación, con “Millones”, “Lo Cierto” y coreando un desinterés por ser una colonia norteamericana, manifestó el descontento que  se siente en Chile de la manera más rockera que pudo.
Cada vez se suman tomas de estudiantes debido al desacuerdo que ha existido en el rubro de la educación desde hace décadas. Sin embargo, hoy se está presenciando de una manera muy fuerte, casi superando la Marcha de los Pingüinos de hace 3 años. Como manifestaba Kaskivano, la gente es la dueña de sí mismo y de las palabras. Por lo tanto, todo descontento y problema por solucionar  está en el derecho de cada persona. Es así como uno debe estar al tanto de lo que está ocurriendo y formar criterio, sino se pierde opinión al caso. Y si no afecta directamente, sirve para solidarizar también.
Hoy, la música se está transformando en una voz y poder potente que combate todos estos conflictos sociales, trata de sacar soluciones y pone en la mesa el tema para que sea debatido.  El conflicto Mapuche, Hidroaysén y Patagonia sin Represas no estuvo ausente, se comentó y se acusó.
Cerrando el show apareció Chinoy con una propuesta distinta a la de siempre. Esta vez, su presentación pasó por un rock-punk que terminó el show a gusto para un público que se esperaba que fuera más masivo.
Así se sintió el Caupolicán en la noche del domingo. También se apeló a la felicidad y la visión tierna de la vida: no siempre debe ser una expresión violenta, “debemos manifestarnos de acuerdo al descontento, pero a veces…se nos olvida celebrar unidos” comentaba Stern entre canciones. Se nos olvida que “La Vida es un Regalo” y que la música es la manera de combatir las injusticias y la tristeza.


Escrito por Pablo Álvarez Yáñez y Miguel Malermo Padilla

*Lamentablemente, por distintos percances no pudimos ver a Pascuala Ilabaca, lo que lamentamos porque teníamos muchas ganas de escuchar en vivo sus exquisitas composiciones antes de que partiera a Europa. Lo mismo nos pasó con Fernando Milagros y Javier Barría.







jueves, 9 de junio de 2011

Intensivo Premios Altazor: Picoteo de Música Popular




     
La XII edición de los premios Altazor se celebró la noche del pasado martes 24 de mayo, y tuvo entre sus grandes ganadores a Manuel García, Los Tres y Patricio Manns.
El primero, galardonado en la categoría de “Mejor Álbum Pop” por su disco “S/T”, tuvo que medirse frente a difíciles rivales como Gepe con su disco “Audiovisión” y Américo con “Américo en vivo”.  

Audiovisión” es un disco que puede jugar con los estados de ánimo del oyente. Creativamente juega entre el optimismo y el pesimismo con guitarras pasivas (a veces reemplazadas por teclados) y una voz acompañada que comunica siguiendo un rumbo fijo. Claro que hay elementos que rompen con el esquema, como son las palmas de Amigos Vecinos, que se suman a una voz desnuda de Daniel Riveros para dar inicio al disco, las cajas a ritmo de marcha de La Bajada y de Alfabeto (resaltadas sobre todo en el outro de este tema que rescata de gran manera el sonido andino) o la asistencia de Javiera Mena en Lienza. Colaboración que en ciertos pasajes hace recordar sonidos del disco “Corazones” de Los Prisioneros. Por donde se le viera, “Audiovisión” era un rival más que fuerte.

Luego estaba Américo con “Américo En Vivo”. La fama que ha adquirido rescatando las cumbias del compositor peruano Estanis Mogollón (quien aparece en el disco interpretando algunos de sus temas como Te Vas y El Embrujo junto al chileno) lo ha llevado a ser un éxito total en ventas y a hacer retumbar una y otra vez en el público chileno canciones como éstas junto a otras como Que Levante La Mano (de Alejandro Vezzani). Todas en un punto tal que ese público ya canta sus coros inconscientemente al escucharlos.

El disco reúne todas estas canciones en un show como los que suele hacer Américo. No obstante cabe preguntarse: ¿Es realmente meritorio un disco en vivo donde sólo interprete sus mejores temas? ¿No sería más reconocible un álbum donde muestre material nuevo? Ciertamente las ventas de Américo lo hacen candidato en cualquier parte, pero un disco en vivo tiene que ser muy innovador y potente para poder ponerse a la altura de otros artistas que se desgastaron escribiendo y rayando para lograr material nuevo, sobre todo tomando en cuenta que sus principales canciones (las cuales interpreta notablemente, sin duda)  no fueron escritas por él.

En fin, segunda derrota para Domingo Vega en los Altazor (ya había perdido el año pasado frente a De Kiruza), con un álbum que constituye una joya para los fans del cantante, pero que se presenta como algo menos nuevo que el disco “A Morir”, con el que compitió el 2010.

Así es como llegamos finalmente a “S/T”, trabajo del ganador Manuel García. El disco es un trabajo sumamente creativo. Muestra facetas distintas del cantautor que van desde las más pasivas hasta algunas donde su sola voz transmite una gran cantidad de energía. Queda Lo Que Quema da inicio al disco y el tono de Manuel García inevitablemente da cuenta de alguna influencia de parte de Silvio Rodríguez, apoyándose de un enérgico piano. Luego siguen algunos temas donde podemos ver el ambiente pasivo que está de moda en Chile. Ahí encontramos Vida Mía (que de hecho es mitad instrumental), El Reproche o Catalejo. Por otro lado, el single Reloj muestra el lado más rockero del disco, con guitarras distorsionadas y solos acompañados de coros con gritos de Manuel. Otras veces esa misma energía proviene simplemente del artista, como sucede en Piedra Negra. Joan es un hermoso tema en homenaje a la viuda de Víctor Jara. La Terrible Canción N°1, por su parte, muestra al artista en una faceta más experimental, desentendiendo su voz de la melodía en ocasiones y agregando cuerdas distendidas al final. Los solos de guitarra de Amistad dan fin a un disco que demuestra de principio a fin toda la calidad de Manuel García, y que lo hacen un más que merecido ganador del Altazor. La frase “los estudiantes marchan junto a ti” de la notable canción Alfil hacen recordar el lamentable hecho de no haber podido escuchar su show completo durante la manifestación estudiantil hace tres semanas.

Pero alguna discrepancia respecto esta decisión no se llega a comparar con lo comentada que ha sido la premiación a “Mejor Álbum Rock”. Los Tres, con su disco “Coliumo”, fueron los que, para regocijo y decepción de algunos, se llevaron el premio que el también laureado director y actor de teatro Alejandro Goic bautizó como “El Pájaro Culiao”.

Los otros nominados eran Angelo Pierattini con su disco “Vampiros” y Los Miserables con su álbum tributo “La Voz De Los 80”.

El segundo álbum solista de Angelo Pierattini es un trabajo conceptual inspirado en la película sueca “Déjame Entrar”. El disco, que se aleja un tanto de la faceta más rockera de Pierattini en Weichafe, se despliega desde la intimidad del artista hablando en primera persona. La canción que da título y que inicia el disco es un tema bastante simple y algo cargado al pop. Reflejando el nuevo rumbo en la carrera artística del ex Weichafe aparecen también temas como Menta, Miel y Sangra (una de las canciones más destacadas del disco) o No Quiero Estar Solito (que termina con un honesto coro de niños cantando en otro tono). Mujercita combina un teclado, una guitarra slide y otra con un leve trémolo para llegar a un sonido western que la hace una de las canciones más atractivas del disco. Me Pongo A Llorar es la canción encargada de dar fin al disco, evocando fuertemente la canción Beautiful Boy de John Lennon. En resumen, este disco personal y simple es una apuesta a la sensibilidad de quien lo escucha, pero sin duda muestra un sincero desahogo de parte de Angelo Pierattini.

Si se preguntara en la calle a la gente acerca del disco más trascendente del rock chileno, lo más probable es que la mayoría repita a eco el mismo nombre: “La Voz De Los 80” de Los Prisioneros. Por lo mismo, la apuesta de Los Miserables de hacer un tributo a este legendario álbum conllevaba una gran responsabilidad así como un fuerte prejuicio de parte de la audiencia.

Ya es conocida la forma en que Los Miserables realizan los covers, con baterías y riffs muy propios del punk. Estos arreglos pueden parecer más drásticos en canciones más folklóricas (como los que se pueden escuchar en el disco “La Voz Del Pueblo”), pero en el caso de “La Voz De Los 80”, gracias a la combinación de rock, punk, y ska de Los Prisioneros, el grupo sigue en gran parte la línea del disco original. La voz en Paramar, en lugar de comenzar sola junto a la guitarra, esta vez empieza junto a la batería y el bajo. La distorsión que se le agrega a las guitarras originalmente a temas como Sexo o Latinoamerica Es Un Pueblo al Sur De EEUU tampoco alteran las canciones originales de manera radical. El solo de La Voz De Los 80 acompañado de una guitarra diferente a la del riff principal junto a la distorsión más pronunciada que la clásica le dan un mayor volumen al tema homónimo al disco.

Claramente este tributo no va acompañado del impacto que cargaba el trabajo de Los Prisioneros en esa época. Tampoco tiene la voz de Jorge González, tan carismática como particular (“Que es desafinado el cantante”, dicen los personajes de Los 80 que, sin embargo, de a poco logran ser seducidos por la música a lo largo de la serie). Debido a esto y a otros factores, probablemente quien escuche un rato el tributo de Los Miserables, no se enamorará ni odiará el disco, y pronto querrá desempolvar su disco o cassette de “La Voz De Los 80” original para revivir viejos recuerdos. No obstante, esto no es del todo malo. Hoy en día fluye tanta música que de pronto se nos olvida revivir aquellas experiencias pasadas, por lo que es muy importante mantener fresca la memoria respecto a aquellas canciones que marcaron hitos en la música chilena.


Finalmente, la polémica. Muchos han hablado tras la entrega de los premios diciendo que Los Tres fueron galardonados sólo por nombre, argumentando que con el disco “Coliumo” el grupo de Álvaro Henríquez jugó a la segura, haciendo un trabajo pasable y  completamente prescindible, y que por ello ha tenido una tibia recepción en la audiencia.
Estas críticas son perfectamente justificables, pero pasan por alto algunos memorables pasajes del ganador del Altazor “Mejor Álbum Rock”.



Coliumo”, antes que nada, llega con el cartel de ser el segundo trabajo tras la reunión de Los Tres, apareciendo cuatro años después de su predecesor “Hágalo Usted Mismo” (el cual es bastante resistido por un grupo de críticos que ven esta reunión como un pretexto para ganar plata).  Tal vez no fue tan buena decisión escoger Shusha como primer single del disco, ya que es un tema muy liviano que los más resistentes al nuevo ciclo de Los Tres no tardarían en tildar de popero. El segundo single Hoy Me Hice La Mañana es un homenaje a las víctimas del terremoto, y muestra un mayor potencial del grupo con un solo perfectamente ejecutado por “Parrita” con una pedal steel guitar (en cuanto a uso de este instrumento recomiendo escuchar el tema Diorita del disco La Hora Feliz de Ángel Parra Trío). El disco cuenta además con un par de temas bastante rockeros, como son Rosas Al Altar, Terrible y Cárcel, Hospital y Cementerio mientras que Odio Amarte Así da el toque romántico al disco.. Una canción que llama mucho la atención es Diabla, un tema sin percusiones sino en los interludios y en la que Henríquez ocupa la letra de Where Did You Sleep Last Night. Y Para Que es una canción que, con una guitarra lead de slide y otra rítmica muy suave, repite la fórmula de Olor A Gas, sólo que se mantiene constantemente en un estado pasivo. Tres canciones fueron dedicadas a Roberto Parra: En El Banquillo, En Capilla y Don José. Las primeras dos son cuecas virtualmente idénticas a La Vida Que Yo He Pasado. El tercer tema, por otro lado, es un tema que con un ritmo swing, una particular voz de Henríquez y un impecable solo acústico de Ángel resulta sumamente cautivador y revela la parte que a todos nos gusta de Los Tres. Después de este homenaje a Roberto Parra, era el turno de la madre de Ángel Parra. Uno de los grandes aportes de “Coliumo” es Marta, instrumental compuesto por el guitarrista, quien no suele aportar composiciones. Paseándose entre la desazón y la esperanza, Marta es de esas canciones que dejan algo al escuchárseles con los audífonos bien puestos y el volumen alto.
En resumen, siendo que el disco puede pasar desapercibido a primera vista, merece sin dudas una segunda oportunidad. Así el disco puede pos sí solo justificar su premio. Después de todo, la calidad de los músicos de Los Tres es innegable.


En la categoría “Raíz Folclórica”, se condecoró a Patricio Manns por su disco “La Tierra Entera”. La temática de gran parte del disco se adecua al debate medioambiental que se ha generado en torno al proyecto Hidroaysén. A pesar de que la amplia instrumentación en el disco le da otra atmósfera a las canciones y de que la voz de Manns se puede escuchar algo desgastada (en temas como De Pascua Lama y Coplas Del Prisionero Universal  por ejemplo), el músico realiza un esfuerzo por interpretar de la mejor manera los temas que escribió con su talentosa pluma, la cual yace intacta.
Esto le valió el reconocimiento antes que al Grupo Huara y su disco “Tambo” (el cual presentaba una instrumentación bastante más folclórica que el de sus competidores) y Sol Domínguez con su disco “Raíces”.
(Por razones técnicas damos el enlace a
La Tierra Entera - Patricio Manns así)

Tras este picoteo de los discos nominados a los Altazor en el área de la música popular, quedamos con la sensación de “esto no puede ser todo”, y es verdad, no lo es. Hay una gran cantidad de artistas que buscan mostrar un trabajo original valorable y que por desgracia no llegan a los oídos de la gente. Debemos preocuparnos por aquellas mentes creativas, para que así no haya debates acerca de quiénes debieron haber estado y quiénes no, de si él ganó por nombre o aquél por ser el menos malo.
Con este comentario y unas felicitaciones a los ganadores, nos despedimos.


Pablo Álvarez Yáñez – Miguel Malermo Padilla

miércoles, 8 de junio de 2011

¡Estamos con ustedes!

El 5 de junio el bajista de la banda Red Hot Chili Peppers comentó lo que quizás ha mantenido a muchos fans con el sueño medio afectado. “Me da un profundo placer anunciar que el 30 de agosto es la fecha del nuevo disco de los Red Hot Chili Peppers”. Sin embargo, el lanzamiento no fue la única noticia que dio: “El nuevo disco de la banda se llama…I’m With You”. Esas fueron las palabras de Flea, descartando el nombre que se le daba hasta la fecha, al proyecto, como Dr Johnny Skinz's Disproportionately Rambunctious Polar Express Machine-head.
Luego de una historia de eternas vueltas, la banda tomó la decisión de apostar por el décimo álbum. El trío (luego de la salida de Frusciante se declararon así, y con un cuarto colaborador) tiene a gran parte de los admiradores del funk/rock esperando. Considerando que el último disco fue hace cinco años y fue existoso como el album Blood, Sugar, Sex Magic o Californicaction, no existe una decepción del público. Las expectativas son altas y sin ningún prejuicio. Considerando que el Stadium Arcadium fue una gran obra, pero su crítica, asimilada al alejamiento de sus raíces, lo dejó como un disco seudo olvidado para los fanáticos. Pero el entendimiento que se debe dar a este cambio de los norteamericanos, es el que merece cualquier gran banda del mundo: debe haber una evolución constante, de otro modo el conjunto desaparecería siendo el mismo concepto y quedaría atrás. Las canciones de los Red Hot demuestran una diferencia total a la anterior en cada álbum, lo que no permite jerarquizarlas, sino que sólo queda disfrutar de su capacidad de hacerte saltar aunque Anthony esté gritando o susurrando; Flea esté destrozando el bajo con una rapidez impresionante; o Smith mueva el piso con la batería.

 No sólo el nerviosismo por este lanzamiento es lo que mantiene a todos despiertos, también la posibilidad de que los californianos vuelvan a Chile luego de diez años. Asimismo hay una gran curiosidad por la contribución que está dando el multi instrumentista, pero principalmente guitarrista, Josh Klinghoffer. Se anhela un trabajo de mucho aporte por sus cooperaciones realizadas y composiciones.
La lucha por destacar en el mundo musical no es cuento para los mayores exponentes del funk/rock, y además de sus presentaciones en pelotas, sus composiciones han revolucionado a la gente para llenar estadios en sus conciertos. Se espera que la obra siga solidificando a la banda que enseñó a vestir sólo un calcetín “en sus bolas”.


Escrito por Pablo Álvarez Yañez y Miguel Malermo

Crazy Motherfuckers


Una serie de sonidos electrónicos influenciados de canciones como “Oh, Yes!” de Beck, podría ser la primera definición de la banda chilena Tunacola and Whale. Así se han considerado los integrantes de Tunacola: como reeditores de la mezcla ñoña, como los jingles de Nintendo, con un pop bailable. Pero el nuevo disco ha demostrado algo mucho más profundo. El trabajo de cada canción demuestra que la banda de Rick Tunacola, Paz Court, Dj Caso tiene mucho que contar. Desde la alegre “Primavera, Now!”, una melodía que produce un ambiente de gusto playero, hasta la melodía seudo trance de “Sudamerican Rockers”, que mantienen una onda bailable que la banda ha sabido manejar.  
Se cumplió la creencia de Rick, que contaba en entrevistas anteriores, de esperar frutos de este proyecto. El sólo hecho de escucharlos en su myspace evocan el sentimiento de permanecer al ritmo de la melodía electrónica con una mezcla de voces muy sencillas que componen una presentación dinámica y que es recomendable ser experimentada para quien sienta una atracción luego de escucharlos en internet. Nada más que decir, enjoy Tunacola!


Escrito por Pablo Álvarez y Miguel Malermo.
Recomendamos escuchar el nuevo disco de Tunacola Whale, que ya está a la venta!

Tatuadores de mentiras

Un micrófono enorme tambaleándose en las murallas y basureros dan un ambiente armónico para interrumpir fuertemente con la palabra más acusadora que existe: “You (…)
Así comienza la canción y nuevo video, publicado la semana pasada, de Jane’s Addiction. Éste promociona el nuevo disco del conjunto americano, “The Great Escape Artist”. Son muchos los videos y canciones que se pueden estar opinando en este momento, pero lo diferente de éste es la interpretación que podemos deducir. La inclinación por producir montajes con disfraces, que apelan al amor psicodélico y a situaciones cotidianas –como Been Caught Stealing- termina. La banda apuesta por un trabajo protestante. 
En una época de mucha guerra mediática y conflicto de poderes, la banda de Perry Farrell usa el desnudo y el arte gráfico para denunciar. Muchos podrían decir que Jane’s tiene canciones mejores, pero considerando lo conceptual de esta propuesta el tema vendría siendo superior a la calidad de la canción.


 Es importante destacar la esencia del video, la letra está hablando de forma directa a una imagen representada por mentiras. Su combate se realiza a través de un conjunto en el arte. El dibujo protestante se realiza en el único lugar donde no puedes grabar algo que no crees, al contrario, ahí lo vuelves eterno: el cuerpo. Así se dibuja a los integrantes del grupo, los micrófonos, la figura de Dave Navarro produciendo un gran solo en la guitarra, y varios aspectos que alegan contra la demagogia manipuladora. El video se vuelve protestante al sumar la iconografía del sexo y el dibujo, un mensaje potentísimo gracias al medio. Al igual que muchos medios nacionales populares, hablan de que la opinión se lleva en la piel, en este caso es la manera más artística de mostrarlo. Y no sólo aquella disciplina, sino también una serie de imágenes de stenciles que representan el graffiti, otro gran exponente de estas grabaciones eternas.  


En el video cae todo tipo de figuras públicas que se han transformado en líderes de opinión para muchos. Las atribuciones que estos ocupan, a raíz de historias antiguas por las que se autoveneran demuestran que siguen siendo los mentirosos de siempre, que el poder los ha abrumado en querer seguir manteniéndolo, de la manera que sea.
Nuevamente, la música, como muchas veces, logra denunciar las prácticas descaradas en la política y en las autoridades. Si bien la música no produce un verdadero daño a la sociedad, como alguna vez afirmó Jorge González, sí está presente para que la gente se dé cuenta quién miente. Fin a las mentiras.


Escrito por Pablo Álvarez y Miguel Malermo.
Para ver el video presiona aquíhttp://bcove.me/7xuoxqwx

miércoles, 25 de mayo de 2011

Más visibles que nunca

20 años de gozadera.



En el subterráneo del Centro Cultural Amanda la cita era a las 22:00 horas, y minutos antes ya se percibía el ambiente fiestero de un público predispuesto a pasar una noche agitada por el ritmo funk.

Bajo esta atmósfera aparecieron los miembros del grupo Antes de Nacer quienes, liderados por su guitarrista y vocalista Leonardo Bascur, dieron comienzo a la noche con su vibrante tema Funkadn. Los teloneros mostraron un show bastante energético, aprovechando el clima jaranero dando mensajes de unidad al público y logrando incluso que éste cantara en canciones como Todo Permitido. Nómade culminó la presentación que mostró un reflejo del comportamiento que iba a tener el público en un rato.

Casi llegando a la medianoche un dj intentaba mantener los ánimos de ansias en el Centro Cultural Amanda. Pero la gente comenzaba a apretujarse cada vez más frente al escenario y el clásico canto “Oooh ooh ooh oh!” se tomaba el ambiente del Subterráneo. Por de pronto,  Mamel (batería), Maurimix (percusión), Armandito (teclados) y El Catire (bajo) subieron al escenario para continuar la base de la melodía de la música ambiental. El público, comenzaba a gritar de a poco y a apurar la situación. Junto al dj se alcanzaba a ver el afro de Cheo, que aplicaba sus habilidades poniéndole tinte a la previa de una verdadera fiesta. Luego de un rato, dejó los audífonos y corrió a su guitarra. El público lo idolatró como pudo. Y qué más se iba a hacer si su manejo de la Stratocaster y sus pasos de baile agregaban un ingrediente perfecto a lo que se estaba cocinando. Junto a esta Intro, entró Julio Briceño, tomó el micrófono y junto a sus amigos invisibles dieron comienzo a la fiesta con la canción Amor. El primer “What is love?”, cantado con la fuerza de todo el público, daba la primera pista de un público muy fiel al grupo que no hubo tema que no coreara. El grupo, que había sugerido antes al público de Amanda zapatos aptos para el baile, se encargó de apoyar su recomendación haciendo gran parte del show en forma de medley, es decir, omitiendo cualquier intento de respiro entre cada canción.
Así fue como la banda pasó rápidamente y con gran energía por algunos de sus hits principales tales como Diablo, Yo No Sé y Mentiras, este último de su disco Comercial.
Pero la fidelidad del público era tal que ningún tema destacó en especial, por lo que bailó estos temas de la misma manera en que flectó sus rodillas en los tiempos fuertes de Ultra-funk y levantó cuatro dedos de sus manos en el coro de Ponerte en Cuatro (Cantada por Maurimix).
Y es que uno de los encantos principales de Los Amigos Invisibles es su notable capacidad para transmitir entusiasmo a la gente con fin de recibir el feedback de ésta. Chulius no sólo se tomo la licencia de hacer un brindis dando un sorbo a una jarra de cerveza que le dio alguien de la audiencia, sino que también subió a veinteañeras para motivar la puesta en escena, acompañados de la canción "Unbelievable", uno de los trozos de temas clásicos que recogieron al igual que I like to move it move it o Get Ready For This.  Luego, en "La Vecina", Julio no quiso abandonar la caballerosidad sin subir a otra chava para dedicarle la canción de rodillas. Otra mujer que compartió escenario con Briceño fue Carito Plaza, quien le acompañó para interpretar Viviré para ti (segundo single del disco Comercial, grabado originalmente junto a Natalia Lafourcade), una canción de amor que aprovechó la gran calidad de la vocalista de FunkReal.
Pero no sólo lo romántico, sino que lo político pasó de boca en boca. “Y va a caer, y va a caer ese gobierno va a caer” eran los gritos que emitía una parte del público antes del encore. Bajo este marco volvió Cheo quien, a pesar de que la banda no se ha mostrado muy cercana al gobierno de Chávez, prefirió dar poca importancia a los gritos y dio freno a éstos en cuanto empezó a interpretar “Playa Azul”.

El grupo aún tenía dos carnes jugosas que tirar a la parrilla antes de finalizar el show, de modo que el hit Cuchi Cuchi, sin poder hacerse esperar más, se hizo presente dejando a más de alguien finalmente satisfecho. Y para dar termino al espectáculo, Mauricio cambió de puesto con Julio para interpretar una versión de El Barro más rockera que la del disco Arepa 3000. Así fue como Los Amigos Invisibles, con Briceño chocho en las percusiones, Mauricio y Cheo saltando constantemente y Armandito pecando con su teclado en contra de un parlante de retorno, dieron el punto final a un show capaz de mover al más amargo.
Tal era la energía heredada del show, que la gente del club Amanda, lejos de irse en silencio, abandonó el local sonriendo y cantando los temas Cha Cha Cha y Don’t Stop ‘Til You Get Enough que sonaban por los altoparlantes.

Como balance final, podemos decir que el grupo de Chulius demostró mantener su contemporaneidad y su potencia vigente, manteniendo un setlist variado desde los temas del 98’ hasta el 11’ procurando dejar la menor sensación de añoranza posible.
Con 20 años de carrera y tras haber ofrecido una instancia de jolgorio medicinal para cualquier problema, los panitas de Los Amigos Invisibles demostraron que tienen para rato provocando gozadera.



Escrito por Pablo Álvarez Yañez y Miguel Malermo Padilla.