martes, 27 de septiembre de 2011

Chileno de corazón

Daba la sensación de que el grupo no era lo suficientemente conocido. Más allá de videos de Youtube, la popularidad de Mondo Cane  -como Tomahawk, Lovage, Peeping Tom, con X-ecutioners, entre otros grupos de Mike Patton- no parecía muy grande. Sin embargo, comprendiendo lo que ha vivido el norteamericano en Chile se entienden las ganas de traer a una orquesta que renueva temas de los años 50’ y 60’ de origen italiano. Pero, ¿qué hace pensar que esta música atrae a una cantidad considerable de público chileno? La respuesta se dio aquél martes 20 de septiembre. Si bien, esta fecha estaba programada como “segundo concierto” de uno establecido desde noviembre del 2010, el Caupolicán estaba lleno.
 La primera entrada fue de los violinistas de la Sinfónica de Chile, quienes fueron muy aplaudidos y felicitados por el público. En seguida comenzaron a salir los músicos de la orquesta, y entre medio el vocalista de Faith No More. Si pudiésemos hacer un contraste con 1995, la impresión sería inexplicable. Luego de que los chilenos veneraran al cantante tirándole “pollos” mientras interpretaba Midlife Crisis en una performance de Faith No More, en el mismo Teatro Caupolicán, 16 años después toda la audiencia se puso de pie para ovacionar a una figura que se ha transformado en un ídolo artístico. Y no fue la única sorpresa, apenas comenzó el concierto la gente demostró el conocimiento del grupo cantando, a coro, casi todas las canciones.
La potencia de comenzar con Il Cielo in una Stanza, dio cuenta de que se venía una noche muy interesante y entretenida. A continuación, Che Notte! Demostró el uso de instrumentos singulares de segura presencia viniendo de este músico versátil en lo bizarro de la música. Desde una bocina antigua a un cable que producía efectos acompañaron las voces de coristas con un talento realmente admirable. Y así, con canciones explosivas como Urlo Negro la gente se mantuvo aplaudiendo y moviéndose en un dinamismo cómplice a Patton. Por otra parte, lentos como Scalinatella sirvieron para fijarse en una de las voces más experimentadas de la música contemporánea.
Con esto respondimos a lo que desconocíamos sobre el seguimiento a Mike y a sus grupos, por parte de los chilenos. Podríamos interpretar que en Chile ha comenzado un gran interés por la experimentación musical, porque por poleras y banderines se notaba que la gente se paseaba por distintas bandas del músico. Sin olvidar que en el momento que presentó a Trevor Dunn, compañero de Patton en Mr Bungle –quien tocaba el contrabajo en Mondo Cane-, la gente comenzó a aplaudir considerablemente.
La suma de estos sucesos, más los ocurridos en años anteriores son comprensibles para entender el amor del vocalista a Chile, una cultura que lo ha integrado de manera interesante y que, quizás, lograría incentivar a traer a los muchachos de Mr Bungle.






Escrito por Pablo Álvarez Y. y Miguel Malermo P.

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